Pocos son los valientes que se atreven en la actualidad a subir los más de 2.000 metros sobre el nivel del mar del Cerro San Pedro, en plena Cordillera de Los Andes. Este monte, ubicado cercano a las termas del mismo nombre en Los Queñes, llega a los 2.830 m.s.n.m., y se puede acceder a él ingresando al Centro de Deportes y Recreación de Alta Montaña, Planchón.
Se trata de una ruta algo desconocida y muy poco explorada a lo largo de la historia y que por estos tiempos, Fabio González de Apus del Maule se ha atrevido a visitar, aunque ciertamente con más de alguna dificultad, considerando la cantidad de espacios afectados por el clima y la geografía que no permiten que cualquier persona haga esta expedición a una de las montañas más altas sobre el Paso Fronterizo Vergara, en la comuna de Romeral.
La última vez que subió a la cumbre fue el pasado 14 de julio, en un recorrido que duró varias horas e incluso días, considerando que tuvo que acampar en las instalaciones de logísticas de Planchón. «Empecé a caminar a las 5 de la mañana y llegué a la cumbre como a las 10.30. Luego bajé a las 12.00 y llegué como a las 14.00 al campamento base de Planchón. Accedí por la canaleta sur, con inclinaciones de 75 a 85 grados. La temperatura fue de -2 y fue un día bastante soleado«, nos comenta Fabio, quien no es para nada amateur en este tipo de actividades.
Según lo que manifiesta González, las pendientes eran de 75 a 85 grados, evitando las de 90 debido a la mala calidad de la nieve en esos sectores. «Tuve que acampar en Planchón. Ahí pernocté la noche, y desde ahí subí a San Pedro, en solitario, con un desnivel de +1.140«, admite González sobre esta expedición al poco visitado San Pedro. Tan poco reconocido que, según lo que este montañista cree, poca gente debe conocer su nombre. «Muchos de estos cerros son prácticamente sin ascensos. Yo creo que la mayoría de la gente que pasa por Los Queñes no debe tener idea que se este cerro se llama San Pedro. A pesar de que su altura es bastante baja, tiene un mirador hacia las montañas más imponentes del Maule como el Volcán El Azufre, Volcán Planchón, y vista al sector del Valle del Estero Los Pellejos y El Nacimiento. Desde ahí, además, ves los derretimientos de las nieves de la Torre Santa Helena y cómo nace el Río Teno. Aparece así, el Estero La Zorra en dirección hacia el Paso Vergara.
SOBRE EL CUIDADO EN ESCALADAS
No es primera vez que Fabio realiza una expedición como esta, en solitario. Por lo mismo, conoce los riesgos, y tiene sumamente claro a qué se expone un humano al practicar deportes libres de alta montaña como las escaladas. «Si el deporte es libre, hay que ser bien cuidadoso con las canaletas que se eligen para ascender. Deben estar limpias de material, sin rocas, sin piedras, sin hielo, cosa de poder avanzar y no estar expuesto. Uno no ocupa cuerdas para el descenso siempre, yo no ocupé nada más que mis piolets y mis crampones«.
Al consultar sobre si el ascenso o descenso son iguales de complejos, hay consenso de que la dificultad es mucho mayor al momento de descender, ya que «uno ve todo hacia abajo. Las inclinaciones de 85, uno las tiene como de perspectiva de 90. La subida es más fácil y menos compleja de realizar. La bajada tiene un 60 a 70% más de riesgo. Así, muchas veces la gente firma el ascenso más que el descenso, por lo mismo. Es muy difícil bajar».
LOS INSUMOS PARA LLEGAR A MONTES COMO SAN PEDRO
Según Fabio, ascender a cerros como San Pedro es una tarea que requiere planificación, sobre todo en cuanto a los equipos necesarios para llegar allí. «Se necesita equipo de escalada, crampón para los pies, polainas para que la nieve no se meta a los zapatos, piolets técnicos para llegar a espacios con hielo o canaletas, arné, y allí se amarran los piolets. Así, en caso de caída, se quedará siempre en el sector correspondiente.
Al mismo tiempo, el peso en la mochila para llegar a alta montaña es algo que se debe tener en consideración al momento de hacer escaladas o ascender. Fabio, al menos, sabe perfectamente cómo distribuir y elegir los insumos precisos para llegar arriba de montes como San Pedro. «Siempre uso el drone, mi cámara, 2 litros de agua, saco de dormir para dormir en cualquier lado, más una lona de piso en caso de accidente. Cafecito, barras de cereal, botiquín con sus bisturí, aguja para cocer, parches, vendas, gazas, de todo un poco, para poder cubrir heridas que se puedan producir».
SOBRE APUS DEL MAULE
Apus del Maule es una empresa turística cuyo objetivo es recorrer espacios pocos explorados dentro de la Región del Maule. Viajes, práctica de deportes extremos en alta montaña, y visitas a montes, lagunas, o volcanes entre Romeral y Linares. «Podemos hacer guías a cualquier sector del Maule: cumbres, lagunas, volcanes, cerros, o montañas. Al lugar que quieran visitar o recorrer, pueden contactar a Apus del Maule», nos cuenta Fabio González, miembro de esta agrupación.